A pesar del gran crecimiento que han tenido las redes sociales en el último año, todavía hay quienes tienen la firme convicción de que estar presente en Facebook, Twitter, Linkedin, etc. puede jugarles una mala pasada, y básicamente es un riesgo que todavía no quieren asumir.
Y al parecer, no están del todo equivocados. En un artículo publicado en The New York Times, sobre un estudio realizado por Career Builder, más de un 40% de las empresas en EE.UU. revisa los perfiles de los candidatos en los medios sociales, a la hora de decidir si un postulante es una buena opción para un determinado puesto de trabajo. Y esta cifra se ha duplicado en el último año (22% en 2008).
Es comprensible que las empresas quieran conocer más del candidato que opta a un puesto de trabajo, y en las redes sociales se ofrece información sobre las personas que de otra forma no se podría conseguir. En este contexto, es relevante, a la hora de decidir participar en los medios sociales, conocer cuáles pueden ser las consecuencias de publicar cierto tipo de contenidos o fotografías, por ejemplo. Hay que tener claro que todo lo que aparece en nuestro perfil va configurando nuestra “identidad digital” y una determinada “marca personal” de nosotros mismos en la web 2.0.
En el estudio se señala que de aquellas empresas que hacen una búsqueda online de los candidatos, el 29% utiliza Facebook, el 26% Linkedin, el 11 % revisa blogs, y sólo el 7% sigue a los potenciales empleados en Twitter. Y, entre las principales razones por las cuales se descarta a algunos candidatos está la publicación de contenidos inadecuados (53%), fotografías consumiendo alcohol o drogas (44%), y comentarios donde el candidato habla mal de su antiguo empleador, de ex compañeros de trabajo o de clientes (35%).
Pero el alcance e impacto de los medios sociales en la búsqueda de trabajo no llega solamente hasta ahí. Lo interesante es que el auge en el uso de las redes sociales ha despertado el interés de las empresas y consultoras por incorporar herramientas 2.0 en sus procesos de reclutamiento y selección, ya que en la web 2.0 -además de obtener más información sobre la persona- pueden encontrar a las nuevas generaciones, captar el talento y encontrar perfiles de candidatos que respondan a sus necesidades.
Entonces, si bien puede ser un riesgo estar en las redes sociales a la hora de optar a un puesto de trabajo, el desafío está en tener un perfil en los medios sociales que nos permita participar de las conversaciones que allí se generen, y a la vez, llevar a cabo una gestión adecuada de los contenidos que se publican y con quiénes estamos en contacto, para así poder aparecer como candidatos atractivos para quienes buscan potenciales empleados en la red.