Ya no podía estar más en casa y decidió salir a la calle. Llovía. Algo le preocupaba y de repente, cayó en la cuenta y se paró en seco…
Sabía que había visto al chico de enfrente en algún lugar pero no recordaba donde. Era su primera salida de casa después del accidente. …
Algo le inquietaba sobre la persona que se acercaba con paso decidido… …
..algo bloquada cerro los ojos mientras decidia dar media vuelta o seguir de frente. Escuchaba la lluvia caer y entonces temió no volver a recordar nada por todo el sufrimiento acumulado…
Sí, era él, seguro que era él… Decidió dar la vuelta y salir pitando de allí, no sabía por qué pero no quería volver a hablar con él, ni si quiera quería volver a verle…
Se giró, abrió los ojos después de 20 segundos eternos y fue a buscar refugio en el portal más cercano…
En ese momento sonó su nombre… él la había reconocido… …
Victoria!!! Victoria!!!
Pasó lo inevitable! el mundo entero se le vino encima, era como una losa pesada que le hacía recordar todo el sufrimiento pasado. ¿qué hacer ahora? demasiado tarde para reaccionar, ya lo tenía encima, dirigiéndose hacia mi…
…-¡Cuánto tiempo!
-Sí-dijo con la voz entrecortada-Desde el entierro de mi padre, aun es un misterio-Lo miró friamente y se despidió alegando prisa.
Mientras caminaba seguía dándole vueltas a todo aquello, la muerte de su padre, el malentendido con su jefe, la ruptura con Pedro… Habían pasado siete años desde entonces. En ese preciso instante decidió hacerse cargo personalmente de investigar aquella muerte nunca resuelta…
Pedro la seguía, ella a su vez caminaba más de prisa. Pedro no lo hagas más difícil! Ya tienes tu vida, deja que continúe con la mía. Él le dice, sólo quiero saber si estás bien. Estoy mejor que hace siete años. Papá papá! le grita un pequeño a Pedro.
Aquel «Papá» le dió otro vuelco al corazón. Victoria, que sentía no haber rehecho su vida, tampoco sabía cómo reaccionar ante aquella noticia, ni se atrevía a mirar hacia aquel niño pero su voz le enterneció.
… De pronto todo estaba claro en su cabeza, Victoria era protagonista de su propio sueño, conocía esa sensación, la de saber que estas soñando y que te permite controlar la historia.
Nada era realidad pero todo parecía tan real, ese niño, el joven que tenía enfrente, la lluvia.
Sabiendo que solo era un sueño…
Sabía que si se dejaba llevar por sus emociones podía abrir de nuevo una libro que habia terminado desde hacía tiempo.
No quería mirar hacía atras. ¿Quién era ese niño? ¿Era posible? De todos modos…no, Victoría quería seguir andando, era una decisión que iba a marcar el resto de su vida, una decisión que ya había tomado hacía tiempo pero parecía que no había sido definitiva. …
Seguiría decidida hacía adelante, sin saber hacía donde pero adelante, siempre adelante. Buscando lo que siempre había añorado, encontrar cuanto antes….
.. encontrar cuanto antes paz. Su padre había muerto en un trágico accidente. Pedro iba con él. Victoria entendía que había sido un accidente pero por qué la desaparición de su entonces prometido. Por qué el silencio abismal. No lo supo, nunca lo entendió.
Un viento fuerte despierta a Victoria de su estado casi somnoliento.
Abstraida, apoyada en una esquina, levantó la cara. Su mirada recorria el punto infinito detras de los paraguas, la gente, los coches. Se le secaba la boca, el pulso acelerado. Las ventanas eran ojos de cuencas vacias que le miraban sin piedad…