Siempre que alguien quiere algo, sale a buscarlo a la calle. El espacio público ha sido y es el escenario de las manifestaciones; donde se concentran quienes necesitan hacerse escuchar. Y en ese espacio de libertad también se ha hecho un hueco el marketing de guerrilla.
Es lo que los expertos en este ámbito han denominado street marketing (marketing de calle). El planteamiento es sencillo: trasladar a la propia calle las campañas publicitarias y adornarlas de espectacularidad para no dejar indiferente a los que lo observan.
En pleno aterrizaje aún en España, podemos contar dos años de propuestas de este tipo. Se trata de una nueva modalidad de acercamiento a los potenciales clientes, buscando un impacto inmediato que invite a un posterior consumo. Rompe con la actitud ‘pasiva’ de la publicidad y pasa a la acción de una forma creativa.
A nivel nacional, los primeros pasos del street marketing han dado lugar a proyectos como éste, que trata de concienciar de la importancia de combatir el alzheimer en su etapa más prematura.
Apostando por la originalidad, este tipo de marketing busca ser más efectivo. Es difícil que la mayoría de los que vean un espectáculo de estas características, queden indiferentes. La puesta en escena es muy variada: juegos, animaciones, espectáculos de luz y sonido… Todo vale con tal de lograr un sentimiento positivo en el espectador y hacer que se sienta bien. Es fundamental que relacione un momento agradable con el producto o la causa que le ha hecho sentirse bien.
El impacto en la psicología persigue un segundo efecto: que el potencial cliente, impactado por lo que ha observado o vivido, les cuente a otros su experiencia.
Después de ese primer contacto personal e inesperado, cualquier medio vale para contarlo: también, por supuesto, las redes sociales. Las opciones de internet móvil permiten hacerlo en el preciso instante en que la actividad está teniendo lugar y otros pueden recibir un vídeo o una foto del evento en tiempo real. El marketing y la tecnología se empeñan en no poner límites a la imaginación.