La aldea global de la que hablaba McLuhan, que apuntaba a una nueva Arcadia alejada de lo bucólico pero no por ello menos feliz, pese a que ha descrito bien la integración informativa y social, no atiende a la fuerte pervivencia de los motivos locales en el imaginario de los individuos. Pese a todos los medios de interrelación que se poseen, especialmente, los social media y todo el tránsito de informaciones que se produce en la red, lo local sigue teniendo una importancia capital. Quizá, apelando a la filosofía, podamos rescatar aquella frase de “Yo soy yo y mi circunstancia”. Las ideas de los individuos tienen mucho que ver con su ambiente y la realización de sus ideales dependen de este. El fenómeno de la glocalización se puede describir, quizá, aunque resulte en cierto sentido aventurado, como una globalización de las ideas y una localización de la acción y la implementación de las mismas. Se comparten informaciones, mensajes, principios e ideas pero éstas tienen una realización dependiente de lo ambiental, de lo local.
La relación que este fenómeno tiene con los medios 2.0 es obvia. La red genera un espacio de comunicación, networking, que no deja por ello de lado la realidad 1.0. En campañas políticas en red entender esto es fundamental en la medida en que, con el grado de desarrollo de las NNTT actual y su grado de implementación, las acciones políticas “on line” tienen como objetivo realidades “off line”. Por este motivo, las campañas o la forma de canalizar la militancia a través de las redes no ha de perder la perspectiva de ser un centro de organización de acciones locales, es decir, de lograr un compromiso activo por parte de los “users”.
La madre de todas las campañas políticas, la de Obama en USA, entendió esto a la perfección y el gran aprovechamiento de la red global sirvió para conseguir una militancia efectiva. La forma de canalizar esto fue su portal Organizing for america donde se gestó el gran movimiento 2.0 de la campaña y que ha venido a cambiar el concepto del marketing político “on line”. OFA tuvo en cuenta de forma especial el fenómeno glocalizador y por esto generó una matriz social con gran carga de elementos locales. Cada estado tuvo tanto su propia cuenta twitter como su propio perfil en facebook mientras que la página web funcionaba como aglutinador de todos los esfuerzos en clave nacional. De esta manera a una red nacional rectora del mensaje político y plataforma de unión se le agregaron distintas redes regionales que organizaron la militancia efectiva. OFA logró una involucración real de sus cibermilitantes y, por tanto, un mayor aprovechamiento de las energías empleadas. El resultado no sólo fue el triunfo en las elecciones sino la incorporación de un número muy importante de voluntarios en las diversas subestructuras locales.
Quizá el concepto de “glocalización” pueda tener una apariencia excesivamente teórica pero en la práctica impone una serie de dinámicas a tener en cuenta para la organización de campañas políticas.
– Las cifras y las letras: los objetivos no son tanto lograr la mayor cantidad posible de fans o de visitas a un sitio, es decir, de exposición a mensajes, sino la movilización. Para ello es necesaria la activa participación de los militantes o de quienes se asomen a los recursos “on line”.
– Movilización es un término local: la acción de los militantes ha de realizarse en su entorno con los temas que conforman su preocupación diaria y en el ambiente que le es más relevante y familiar.
– En familia se trabaja mejor: la organización y la canalización local de la militancia 2.0 permite la interrelación personal y la vinculación personal de los miembros de las redes generando no sólo sinergias sino compromisos más férreos y mayor involucración.
– “Piensa global, actúa local”: los mensajes y campañas globales han de tener una implementación local y cercana combinada y coordinada con unos objetivos de más amplio espectro. Estructurar acciones locales coherentes con el mensaje nacional, o regional, es vital al proporcionar no sólo coherencia sino sentido de cohesión. La impresión para los militantes es la de que sus pequeños esfuerzos locales se engloban en un todo más amplio.
– Estructuras de tela de araña: aquellas que permitan puntos de encuentro y participación basados en el conocimiento y de ámbito geográfico local que remitan a un sitio matriz que coordine los demás canales y les insufle los mensajes.
By Carlos Goni Apesteguia en el caleidoscopio de Carlitos, para Dogcomunicacion