Aparentar lo que no se es o presumir tener características propias inexistentes es una actitud común de los usuarios de las redes sociales, de los cuales, bastantes no suelen siguir las mismas pautas que los rigen en la vida real y se comportan de una manera que puede ser incluso radicalmente opuesta.
Si bien el ideal de las redes es lograr establecer una conversación, hay quienes sumidos en un eterno monólogo están constantemente exteriorizando sentimientos, relatando su rutina diciendo lo que hacen y dejan de hacer o linkeando “interesantes artículos”.
En casos como el último, surge la interrogante si dicho cibernauta lo está haciendo de manera colaborativa, de tal manera que sus red se pueda nutrir se la lectura recomendada o lo está haciendo de manera tal que los demás logren percibirlo positivamente y que le otorguen por ese hecho ciertos atributos.
Si se tratara de egocentrismo o necesidad de mostrarse de una manera determinada, también es válido preguntarse lo que provoca dicho comportamiento. Para algunos la culpable serían las redes y cómo están configuradas, mientras que para la inmensa mayoría, el “culpable” sería el participante. De todas formas, cabe aclarar que las redes son espacios que dan cabida a las dos opciones y con buscar responsables no es mucho lo que se avanza.
Los resultados obtenidos en las redes, por ejemplo el número de amigos en Facebook o Followers en Twitter también provocan ciertos efectos en los cibernautas- lo cual también se puede extender a las marcas- ya que mientras sólo algunos saben que un bajo porcentaje de tus contactos en Facebook no son realmente amigos, otros buscan aumentar la lista de cualquier manera y a más Followers se sienten más importantes dentro de las redes y por ende creen que están influenciando en ellas cuando sólo están generando contenido que muchas veces no repercute.
Cibernautas los hay de los dos tipos, aquellos que buscan presumir y los que pretenden colaborar, lo que está claro es que en estos medios lo que no valen los simples números para poder determinar si se está logrando el impacto que estamos teniendo en la comunidad a la que se pertenece porque dichos números, por grandes que sean, no determinan la influencia que estamos ejerciendo sobre los demás.