La noche del 23 de febrero de 1981 los españoles durmieron pegados a sus transistores. A las 18.22 de la tarde un grupo de militares armados asaltaba el Congreso de los Diputados e iniciaban un golpe de Estado. El primero y único en la historia de España. La alarma social pronto se extendió por todos los hogares españoles. La incertidumbre y el desconcierto ante los acontecimientos requerían información.
Ahora esa información la tenemos al instante. Si este mismo hecho lo trasladásemos al 23 de febrero de 2011, estaríamos hablando de la noche de las redes, en lugar de la noche de los transistores. Los españoles estarían pendientes de los últimos tweets de los diputados retenidos en el Congreso. El discurso del Rey se hubiera colgado en Youtube, los hashtag serían #sesientenconio o #quietotodoelmundo. El aluvión de comentarios en Facebook hubiera sido constante. Y muchos desde su escondite habrían hecho una foto a Tejero para su galería de Instagram como esta:
¡Una pena que las redes no existiesen hace treinta años!
La importancia de la segmentación por tribus
Escuchamos con insistencia la importancia de dirigir la comunicación a la Generación Z, las marcas tendrán que transformarse para ofrecerles las experiencias, servicios y productos que ellos esperan ya que se han convertido en los líderes del...