Las cosas que no le ocurren nunca a nadie le suceden sin cesar a Carmela y a Esteban. Se casaron en el mes de mayo, en un soleado día de primera de Madrid. Tras siete años de noviazgo y dos carreras, Enfermería y Medicina, al fin lograron sellar su amor en el altar. Tras una celebración de alto postín, tras el boato y tras los bailes, se despidieron de sus invitados y con el coche preparado para un tour por Europa se marcharon de viaje.
Paris, Venecia, Berlin, Londres… El mágico viaje de novios no hacia nada más que empezar, todo apuntaba a momentos fantásticos y grandes experiencias, todas ellas que se pudieran recopilar en un pequeño baúl, lleno de buenos recuerdos. Sin duda, el más grato de todos ellos llegó cuando una bonita mañana, en un hotel parisino, Carmela despertó a Esteban susurrándole al oído: cariño, estamos embarazados.
Esteban no podía estar más feliz. Sin duda Carmela era el amor de su vida y ahora juntos iban a compartir la aventura de ser padres. De vuelta a Madrid, los familiares recibieron la buena nueva con entusiasmo. Ya sólo quedaba esperar para poder conocer al nuevo miembro de la casa. Pasaron los meses y en una fría mañana de diciembre Carmela empezó a tener dolores.
Nada más cantar el gallo del alba y teñirse el cielo de azul celeste, un clamor se apoderó del vecindario. Era el rugido de un automóvil que cortaba el viento con el brío con que el corcel de Marisol galopaba caminito de Jérez. Mientras Esteban aguardaba, cabizbajo y taciturno, la salida de su retoño, su mujer, con las pilas cargadas en un enfervorizadísimo hervor, escupía fuego por la boca…
Fueran minutos, horas o días, a Carmela y a Esteban no les importaba. Nada importaba cuando aquella carita rellena les buscaba con sus ojitos ciegos. El tiempo y el espacio se detenían por completo, en un estado que muchos califican como la felicidad más absoluta…
Muchas gracias a Blanca de Ugarte, Natalya Reza, Miriam Carmona, Ignacio Crespí de Valldaura y Sara San que han participado y hecho posible este nuevo relato 2.0. La semana que viene seguimos con y por MÁS!. Gracias chicos!