El próximo 15 de julio se celebra en Australia la Jornada Mundial de la Juventud, tras el éxito de Colonia, que muchos habían planteado como una prueba de fuego para comprobar la conexión del Papa alemán con los jóvenes, hay muchas expectativas puestas en este encuentro, a pesar de la lejanía que dificulta la presencia de jóvenes de otros continentes. Aún así se prevee una asistencia de 250.000 personas en el encuentro, pero la iglesia quiere aprovechar la visita del Papa para llegar a todo el país y por qué no al resto del mundo.
Con este fin uno de los organizadores, el obispo Anthony Fisher, ha anunciado entre otras novedades la utilización de las nuevas tecnologías en el encuentro, sms con textos de inspiración y esperanza y una red social semejante a Facebook.